Warret Buffet el mejor inversor de todos los tiempos

A lo largo de su extensa carrera, Warren Buffet ha demostrado en muchísimas ocasiones su excelente juicio y su gran capacidad para actuar con sensatez. Ciertamente, no es una ballena más en el océano. Es Warren Buffett, el inversionista más exitoso de la historia. Ahora viene Max Keiser, el payaso de la televisión, a decir que es un “idiota” y que su reputación está en juego por el simple hecho de no creer Bitcoin, al estilo de -si no crees en Jesús, irás al infierno-. ¿En serio? Bitcoin no es para todo el mundo. No hay necesidad de ser un fascista y convertirnos en los Testigos de Jehová del mundo financiero. Bitcoin no es Herbalife. Idiota es el que piensa que los demás son idiotas. Yo le confiaría mi dinero a Buffett en un dos por tres, pero a Max Keiser no le daría ni un satoshi. ¿Quién es el idiota? 

Nuestra hipersensibilidad a las críticas es prueba de una inseguridad inherente que delata nuestra inmadurez. Es algo psicológico. En el colegio, por ejemplo, los chicos que reciben más acoso tienden a ser los que más se molestan con las bromas. Al parecer, la seguridad irradia confianza y espanta a los acosadores. El perrito que más chilla es el primero en recibir el ataque de otros perros. El mundo es sumamente cruel con los débiles.

Buffett no invirtió en  Amazon  en Facebook , en Microsoft, Tesla, . En  Apple sí, pero en la compañía de ahora. En la Apple de Tim Cook. Nunca invirtió en la Apple de Steve Jobs. Su compañía Berkshire Hathaway también invirtió recientemente en Amazon, pero esta inversión no la realizó Buffett directamente. Esa compra la hizo alguien del equipo, pero no Buffett como tal.

Buffett ha sido muy claro al decir que no invierte en compañías tecnológicas por el simple hecho de que no entiende de tecnología. Y él nunca se aleja mucho de lo que él suelte llamar su “círculo de competencia”. Sin embargo, ni Bill Gates, ni Jeff Bezos, ni Mark Zuckerberg han dicho que Warren Buffett es un idiota. Al contrario, bien se sabe que Buffett goza de la admiración y el respeto de las figuras más relevantes en el mundo de la tecnología. Bill Gates es su amigo personal. Y sé que Steve Jobs lo llamó un par de veces para hacerle consultas.

Muchos sí han señalado que Buffett cometió un error al no invertir en las grandes compañías de tecnología en su etapa temprana. Esa crítica me resulta algo absurda, porque esos errores de omisión han sido perdidas por oportunidad, pero no figuran en los libros de Berkshire. Es decir, Warren ni su compañía perdieron dinero con esas no-compras. Y eso es porque Warren está mirando dentro de su círculo de competencia. Y dentro de ese círculo de competencia sí ha cometido errores, pero sus aciertos han sido muchos mayores. No en vano, Warren Buffett es el inversionista más exitoso de la historia y su compañía le ha ganado al S&P 500 el 90% de las veces. Pero eso no quiere decir que es perfecto. 

Para muchos es incomprensible que el camino a la excelencia requiere de especialistas. Es decir, no podemos estar en todas las fiestas. Debemos ser como un cazador que caza lo mismo una y otra vez. Como el águila. Hay personas que cantan, bailan, escriben, pintan, cocinan y actúan. ¿Y cómo hacen tantas cosas? Bueno, todas las hacen mal. ¿Michael Jordan puso su reputación en juego cuando fue un jugador de baseball mediocre? Claro que no. Sus fans entendieron perfectamente que su especialidad no estaba en el baseball.

Supongamos por un segundo que un comentarista deportivo de la televisión haya llamado a Michael Jordan un idiota por su “lamentable” papel como jugador de baseball y haya añadido que su reputación como deportista se fue por el caño, ¿Qué pensaríamos de este comentarista? ¿Acaso pensaríamos que es un idiota? Bueno, sí, exactamente, eso es justo lo que con toda probabilidad pensaríamos de este tipo. Y estaríamos en lo cierto. Aquel sujeto sería un completo idiota. 

Warren Buffett es un inversor sumamente conservador que no busca necesariamente grandes ganancias sino estabilidad y seguridad. Su regla número uno es: “no perder dinero” y su regla número dos es: “no perder dinero”. Él y su compañero, Charlie Munger, han construido una compañía para el inversor conservador, que quiere tranquilidad más que grandes rendimientos. Es la filosofía de su empresa y es la filosofía de la gente que le confía su dinero. Es un águila que come roedores y si le das helado de fresa le puede dar indigestión. Ha ganado mucho dinero sí, pero siguiendo una política conservadora. ¿Es un idiota por eso? 

Buffett no invierte en muchísimas cosas. No invierte en oro, por ejemplo. No le gusta. ¿Por qué? Porque el oro es un instrumento básicamente especulativo. Es decir, su precio depende principalmente de la oferta y la demanda. Y es sumamente difícil realizar una valoración exacta de un activo de esta naturaleza porque la demanda por lo general depende de variables impredecibles. ¿Suena familiar? Por eso él prefiere invertir en compañías que son su especialidad.

Buffett tiene años advirtiendo que el mercado de valores está sobrevalorado. Según él, las valoraciones están por las nubes y el PIB no las justifica. Debido a esto, su compañía ha venido acumulando una inmensa pila de efectivo. A Buffett tampoco le gusta tener mucho efectivo en su bolsillo, pero siempre ha preferido esperar el momento preciso para hacer una adquisición. Y por eso es que muchos pensaban que Warren Buffett durante esta crisis comenzaría a comprar. Durante la última crisis, compró muchos bancos. Y muchos de nosotros ya estábamos especulando que veríamos esta vez más adquisiciones en el sector de las aerolíneas y en el de la hotelería. Se pensaba que su silencio estaba relacionado a que estaba muy ocupado. Resulta ser que todos nos equivocamos. Warren no está comprando. De hecho, está vendiendo. ¡La sorpresa del siglo!

Aquí es cuando esta crisis se vuelve cada vez más preocupante. Buffett siempre compra durante las crisis y nunca le ha prestado mucha atención a la macroeconomía. Si el precio es el adecuado, él compra. Sin embargo, ahora, pese a que los precios han caído mucho, él está vendiendo.  Vendió todas sus participaciones en el sector de las aerolíneas. ¿Por qué? 

Bueno, yo no sé. Pero asumo que Warren ha recibido los reportes financieros del último trimestre por parte de sus negocios y las cifras son realmente preocupantes. O sea, muchos de sus negocios van a necesitar inyecciones de capital para poder recuperarse. Y su pila de efectivo no es suficiente. Tal vez, sacó la calculadora y se dio cuenta que las aerolíneas tardarán mucho tiempo en recuperarse y necesitarán de muchísimo capital para lograrlo. Prefiere sacrificar sus posiciones en el sector de las aerolíneas para colocar el dinero en sectores más prometedores, pero que necesitan apoyo ahora. No está comprando, porque necesita dinero para cuidar su casa. Esa es mi lectura de su inusual comportamiento durante esta crisis.

Ahora bien, Warren Buffett y Bitcoin. ¿Es realmente un idiota? Bueno, yo lo veo de la siguiente manera: Yo estoy en Bitcoin hasta el cuello. Vivo y respiro Bitcoin todos los días, pero si Warren Buffett me llama diciendo que está pensando en invertir en Bitcoin y que quiere un consejo de mi parte, yo francamente le diría: –Tío Warren, no lo haga-.

¿Por qué? Primero, usted no sabe de eso. Estás muy viejito y ni computadora tienes. Si vas a comprar Bitcoin, es para disfrutar el camino. No compres Bitcoin por moda o por presión de los demás. No tiene sentido. No hagas cosas por obligación. 

Segundo, Bitcoin es muy volátil e inestable, y tú no estás acostumbrado a semejante locura. Estás muy viejito, tío querido, y no necesitas estos disgustos a tu edad. Eso no va bien con tu temperamento ni con el temperamento de tus socios. Estas inyecciones de adrenalina son para las personas con espíritus más aventureros. Y ti te puede dar un infarto.

Tercero, el mercado de Bitcoin está muy inmaduro todavía y la incertidumbre regulatoria es simplemente demasiada para el tipo y tamaño de empresa que tú manejas. Recuerda que manejas dinero de otra gente. Además, no es tu estilo. Charlie Munger se burlaría de ti. Y ya están muy viejos para pelear por tonterías. En conclusión, tío Warren, mejor quédese tranquilo. Es mejor que yo invierta en Bitcoin que estoy joven y soy de la nueva escuela. Yo después le digo cómo me fue.

Bueno, eso sería lo que le diría al bueno de mi tío Warren, sin remordimientos de ningún tipo.

A Max Keiser le diría: Max, eres una idiota.